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  • Foto del escritorCaleb Pullido

Los nombres de Dios y su significado para nosotros

El Dios judeocristiano tiene muchos nombres o sobrenombres que acompaña a su nombre.

Cada uno de ellos expresa algo de quien es Él, de su carácter, sus atributos y sus hazañas. En la cultura oriental es común poner nombres que con el propósito y fin de reconocer una situación o decir una bendición sobre los hijos. Alguna madre llamó a su hijo Jabes, que significa “lo parí con dolor” (1 Cr. 4:9), otra Isaac, es decir, “Dios me ha hecho reír”.

Así que conocer los nombres o sobrenombres que Dios tiene, sobre todo en el contexto donde se usa o Él lo da a conocer, será de suma importancia para comprender quién es Dios. Al fin y al cabo, conocerlo es exactamente a lo que Él nos llama:

"Gloríese de esto: de que me entiende y me conoce"

“Así dice el Señor:

No se gloríe el sabio de su sabiduría,

ni se gloríe el poderoso de su poder,

ni el rico se gloríe de su riqueza;

24 más el que se gloríe, gloríese de esto:

de que me entiende y me conoce…”

(Jer. 9.23-24)



1. Quien es Jehová y quién es Dios

El primer nombre que vamos a ver es Jehová. Este es usado para referirse al Dios que narra un texto bíblico. Ahora bien, antes de entender este nombre en su contexto, se debe aclarar que aunque escribamos Jehová, es muy probable que no se pronunciase así. La ausencia de vocales en el hebreo antiguo escrito y un celoso cumplimiento de no “mencionar el nombre de Dios en vano”, que llevó a los judíos al punto de ni tan siquiera pronunciarlo, hace complicado saber cuál es exactamente su pronunciación* . El resultado de la latinización del YHWH combinada con la adición de las vocales de la palabra Adonai (Señor en hebreo) es Jehová pero esto no quiere decir que se pronunciase así el nombre del YHWH.

Lo que sí está claro es que cuando Moisés le preguntó a Dios su nombre, Él respondió diciéndole: “Yo soy el que soy”. Aun añadió más y dijo: “Así dirás a los israelitas: ‘Yo soy’ me ha enviado a vosotros” (Ex. 3:14). Así que el Dios bíblico se llama Yo Soy, pero también es conocido como Jehová, o según una transliteración más precisa de algunas investigaciones:

Yahvé.

Esto abre un interrogante ¿Se llama Yahvé “Yo Soy”? ¿Qué significa eso?


2. ¿Cuál es el significado de Yo soy el que soy?

Cuando el Dios de la tradición judeocristiana se presenta le responde a Moisés sobre cual es su nombre le dice: “Yo soy el que soy”. ¿Qué significa eso? ¿Qué clase de persona se presenta de esta manera? Pues alguien que no necesita presentación. Sin embargo, de esta presentación de sí mismo podemos entender algunas cosas:


  1. Dios ES: Él simplemente es. Existe en la eternidad (Is.57.15) y se ha dado a conocer al ser humano en el tiempo. Dios es antes de que los cielos fuesen hechos y antes de que el hombre y la mujer existiesen.

  2. Dios ES la máxima autoridad sobre la tierra (Hch. 17.24): ¡Qué el haya creado el cielo y la tierra apunta a que todo le pertenece! Toda obra pertenece a su autor, y Dios es el autor de la vida.

  3. . Dios Es el Dios de Abraham: Justo antes de decirle su nombre a Moisés, Yahveh le dice que es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Con esto Yo Soy está apuntando a un conocido de la familia. Ya Dios se había dado a conocer a los patriarcas y ahora se estaba presentando a la generación de Moisés para llevar a cabo la promesa que había hecho a Abraham.


3. ¿Qué es Yahweh en la Biblia?


De este modo, entendemos que Yahweh es el Dios que se da a conocer. Es el nombre de Dios que expresa su singularidad y su esencia. Es el nombre central de Dios. Es por esto que algunos pseudónimos o sobrenombres tienen el prefijo YHWY o Jehováh:

  • Jehová Sabaoth: Jehová de los ejércitos.

  • Jehová Yireh: Jehová mi provisión

  • Jehová Nissi: Jehová mi bandera

  • Yehoshua: Jehová salva.

Yahweh es el Dios que se da conocer que tiene oídos y oye, boca y habla, manos y palpa.

YHWH es el Dios cercano cuya máxima expresión de cercanía se evidenció en el último nombre que revelo: Yehoshua, YHWH salva. Ese nombre dado a su Hijo Jesús tenía como fin último el promulgar la acción más relevante y poderosa por la que quería ser conocido: Dios es Dios que salva. Y así lo hizo. Dios se manifestó en carne y hueso, y fue reconocido justo por el Espíritu, lo vieron los ángeles, fue creído por muchos y fue recibido arriba en Gloria (1 Tim. 3:15).

Dios se reveló a través de su Hijo Jesús, y se dio a conocer en sufrimiento y en necesidad para dar a conocer su gran Amor, crucificando a su Amado en una cruz por los injustos, que somos nosotros. ¡Qué no revela este gran Nombre sobre el carácter del verdadero Dios!

 

* El celo de los Testigos de Jehová por el nombre “Jehová”, teniendo estas consideraciones en mente, demuestra una obsesión infundada, no basadas en la historia sino en una tradición corrompida.

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